El molusco más famoso del mundo murió este martes en el Life Centre de Oberhausen, Alemania.
Un individuo entrega a Paul una camiseta de la selección española con el nombre del animal en señal de agradecimiento al pulpo que predijo la victoria española en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica.
Algunos se lo querían comer, así fuera crudo, otros querían elevarlo a héroe nacional, pero a la final, el pulpo Paul murió como suelen hacerlo los ejemplares menos célebres de su especie: en un acuario, luego de dos años de vida, el periodo que normalmente viven estas especies.
Desde su acuario en Oberhausen, Alemania, Paul se convirtió en un "profeta salvaje" al acertar todos los pronósticos que realizó durante el Mundial de Sudáfrica, incluidas las victorias de España en la semifinal ante Alemania y en la final ante Holanda.
Las habilidades de Paul dieron origen a una generación espontánea de animales "sabelotodo" y a la sombra de su éxito surgieron loros, cocodrilos, monos y hasta gallinas que presumían de su don profético. Sin embargo, ninguno fue capaz de contrastar la fama de Paul, el pulpo más famosos del mundo... muere el molusco, nace la leyenda.
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